El humano elevado a su enésima potencia

No sé quién fue el que dijo aquello de que la naturaleza del ser humano le lleva a ser el único animal capaz de tropezar 2 veces en la misma piedra, y la verdad es que tampoco me importa demasiado acordarme del autor, porque lo importante en este caso, como en muchos otros, no es la identidad del sabio si no las palabras que salen de su boca.
Creo que es algo fuera de toda discusión eso de qu eel ser humano es capaz de tropezar 2 veces en la misma piedra, a todos nos ha pasado, pero lo que no sé si es tan normal es que acepte resignadamente que así sea, una segunda, una tercera........... una décima vez.
Digo esto porque he llegado a la conclusión de que me encamino a tropezar de nuevo con la misma piedra, y no sólo no quiero hacer nada por evitarlo si no que creo que voy buscando el tropezón desesperadamente, aunque sea consciente de que si la caida es mala, me haré muchísimo daño, y que me costará más levantarme que la primera vez.
Pero lo peor de todo no es eso, es que en mi fuero interno he aceptado que si esta piedra en particular saliese 100 veces en mi camino, 100 veces buscaría tropezar con ella, y eso me hace a la vez sentirme seguro de algo y desgraciado por estar condenado a buscar siempre la dichosa piedrita, allá donde vaya, ya se la lleve la corriente del río hacia el mar o ya ruede por efecto del viento, creo que siempre intentaré que mi camino pase por donde ella está, y eso me condena a hacer un camino con cientos de recovecos y que posiblemente me guíe a ninguna parte.
Pero ya lo dice mi madre, sarna con gusto no pica.